Escrito el 29/04/2025

16 consejos para conseguir la mejor biografía de Tinder si eres hombre

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La redacción de contenidos va mucho más allá del ámbito profesional. Escribir bien nos puede abrir muchas puertas y una de ellas, por supuesto, es la de las relaciones sociales. Aunque sabemos que en las aplicaciones de citas las fotografías tienen mucho peso, elaborar una biografía efectiva para Tinder puede marcar la diferencia si eres hombre.

En el artículo de hoy, voy a darte dieciséis consejos para que puedas lograrlo aplicando técnicas de copywriting como si fueras un profesional. ¡Vamos al lío!

¿Qué poner en una biografía de Tinder?

Vale, te abres el perfil, pones tus fotos…y toca escribir. Son 500 caracteres, pero es más difícil de lo que parece, sobre todo porque no solemos definirnos a nosotros mismos como norma general.

Se trata de crear un texto que no solo de algunas líneas sobre quién eres, sino que consiga mostrarte como una persona única, porque ahí está la clave: para gustos los colores, y si logras mostrar tu color de forma auténtica, acabarás por encontrar a alguien que le vaya tu tono.

Vamos a ver cómo puedes conseguirlo.

Cuida la ortografía

Comenzaré por algo que debería ser evidente y que por desgracia no lo es. Por favor, no cometas faltas de ortografía, es la mejor forma de espantar a alguien. Recuerda que Tinder se basa, inicialmente, en el texto y si tu carta de presentación está llena de errores, empiezas mal.

Define lo que estás buscando

Para saber cómo llegar es muy importante conocer a dónde te diriges. No es lo mismo una biografía de Tinder de alguien que busca una relación estable que alguien que esté pensando en rollo de una noche.

Crea un embudo de venta

No nos engañemos, aunque suene frío, Tinder y aplicaciones similares es un mercado, y hay que afrontarlo como tal. Una descripción plana no te dará resultados. Hay que preparar una estructura para que de principio a fin tenga un sentido y lleve la otra persona a interactuar.

Sabemos que los hombres lo tenemos chungo en eso, ya que normalmente hemos de dar el primer paso en Tinder, pero siempre ayudará más una biografía que abra posibles temas de conversación.

Ojo, no se trata de manipular como cuentan tantos vende humos, sino de facilitar el camino que lleve del interés a la conexión.

Inicio potente

Teniendo en cuenta la cantidad de likes que puede recibir una mujer en un solo día, si quieres que se fijen en ti necesitas destacar desde la primera línea. Esa frase inicial funciona como el titular de un anuncio: tiene que frenar el scroll, despertar interés y, si es posible, sacar una sonrisa. Humor, autenticidad e intriga pueden ser una fórmula sencilla para empezar con buen pie.

No tengas miedo a ser diferente. Las frases disruptivas, como “Probé la piña en Mercadona, pero sigo en Tinder” o “8 de cada 10 suegras me recomiendan”, rompen el hielo y te alejan del perfil genérico. También puedes jugar con tus pasiones y convertirlas en invitaciones, por ejemplo: “Nadie cocina como yo y cuando quieras te lo demuestro” o “Viajar es mi segunda gran pasión. La primera, quizá, hacerlo contigo”.

La clave está en que esa primera línea no solo enganche, sino que sea un reflejo real de quién eres. Porque detrás de cada frase llamativa, lo importante es que haya algo auténtico que merezca ser descubierto.

Cierre que invite a descubrir más

Y si importante es el comienzo, el final no se queda atrás. Uno de los grandes retos en Tinder es romper el hielo, así que terminar tu biografía con una pregunta abierta o un guiño puede facilitar mucho ese primer paso. Aunque no siempre lleven la iniciativa, muchas mujeres responden encantadas si les das algo con lo que jugar.

Prueba con frases como “¿Si hacemos match, significa que ya estamos prometidos?” o “Si conectamos, te cuento cuál es la próxima ciudad que me gustaría conocer”. Son ligeras, simpáticas y abren una puerta a la conversación.

Habla como lo harías en la realidad

Cada vez que alguien escribe “Lo esencial es invisible a los ojos”, “soy un culo inquieto” o “me gusta fluir”, un poeta se suicida en París. Son frases gastadas, vagas y poco originales que generan más rechazo que interés. Si no las usarías para presentarte a alguien en persona, no lo hagas aquí.

Grábate con el móvil contándote a ti mismo en voz alta. Lo que salga de ahí, con tu tono, tu forma de expresarte, puede ser la base perfecta. No hace falta sonar profundo ni espiritual, solo auténtico. Y eso, créeme, se nota.

Positiviza, que lo malo sale solo

Evita justificar lo que no eres. No hace falta que digas “¿Ya no queda nadie que no escale?” o “No entiendo cómo todos hacen crossfit”. El hecho de que tú no sigas esa corriente puede ser justo lo que te haga destacar. No todos buscan lo mismo, y eso está bien.

Hay quien se derrite más por unas risas viendo Netflix y por escapadas a pueblos tranquilos que por mochileros en Tailandia. En esta carrera por ser únicos, muchos acaban pareciéndose demasiado. Así que, de verdad, sé tú mismo, porque eso ya es bastante. ¡Y porque molas que te pasas!

Haz una lista de los aspectos que te diferencian

Vale, aquí es donde la cosa se pone chunga, porque decirnos las cosas malas suele ser fácil, pero rellenar una hoja en blanco con nuestros puntos diferenciales es muy difícil.

La clave es encontrar esos puntitos que te hacen ser tú, porque al final, más o menos todos estamos cortados por el mismo patrón. Piensa que a ti no te atrae una mujer por su puesto de trabajo o sus hobbies, si no por lo que transmite o lo que le convierte en una persona con la que te apetecería tomar algo.

Aquí puedes aportar tu filosofía de vida, tus planes de futuro, tus creencias, tus aprendizajes, tu forma de ser…Todo lo que hable de ti, no de lo que haces o tienes.

Que sí, que habrá mujeres que valoren más que seas un ejecutivo y que puedas gastar dinero a expensas pero…¿realmente quieres a alguien así en tu vida?

Mejor mostrar que contar

Este truco viene del mundo de la novela. Uno de los errores más comunes en Tinder es tirar de plantilla. “Me gusta viajar, ver series y disfrutar de la buena comida”. Genial, como el 90% de los mortales. Pero eso no dice nada de ti. Si quieres despertar curiosidad, no enumeres aficiones: cuéntalas como si estuvieras hablando con alguien que te gusta de verdad.

En vez de “me encanta el cine”, di: “Tengo una lista absurda de pelis que marcaron mi vida y te juro que no sobreviviría sin El señor de los anillos”. Si te flipa viajar, mejor algo como: “Vuelvo a Lisboa siempre que necesito recordar que la vida puede ir más despacio”. Y si lo tuyo es la música: “A veces, cuando todo va mal, me encierro a oscuras con With or Without You sonando bajito. Y funciona”.

Deja espacio al humor

Incluso el cansino de Ismael Serrano y el galán Humphrey Bogart hacen bromas de vez en cuando. Y es que uno de los mayores conectores del mundo mundial es el humor. Una forma excelente de que alguien se detenga ente tantos perfiles y diga: qué majete, con este sí me tomaría un café.

Así que no te escondas, si el humor forma parte de ti deja que salga a la luz.

Muestra solo la punta del iceberg

Eso sí, ten en cuenta una cosa, la biografía de Tinder es solo una carta de presentación, no tienes que poner todas las cartas sobre la mesa. Si quieres que luego la conversación se abra, es mejor que te guardes cosas. Eres mucho más que unas simples líneas y mejor que te guardes algunos ases…por lo que pueda pasar.

Las chapas funcionan solo en las botellas

A ver, a ver, que Tinder te deje escribir hasta 500 caracteres no quiere decir que te esté dando rienda suelta para escribir tus memorias. Es una aplicación donde el personal va a toda mecha, asique ya sabes, cortita y al pie. Mejor un texto corto y trabajado que una obra literaria.

Facilita la lectura

Un truquillo para que los ojos vayan solos es que evites tanto las frases cortas, como los párrafos densos. Intenta no juntar más de tres líneas y no dejar suelta ninguna, salvo si es el cierre. Eso invitará a leer mejor.

Sé coherente con tus fotografías

De nada sirve que escribas una bio divertida, elegante o misteriosa… si luego sales en las fotos como si acabaras de pagar a hacienda. Tu texto y tus imágenes tienen que hablar el mismo idioma. Si te vendes como intelectual y luego subes un selfie sin camiseta en el espejo del baño…pues estamos jodidos.

Haz que las fotos sumen, no resten y que incluso cuenten cosas que no has escrito. Por ejemplo, si eres pintor, pon una fotografía haciendo esa actividad y no lo cites en el texto. Será una pregunta muy obvia para alguien que se interese mínimamente por ti.

Pide opiniones

A veces pensamos que lo estamos petando… y resulta que nuestra bio suena a entrevista de trabajo o a chiste que solo nosotros entendemos. Por eso, antes de lanzarte al ruedo, enseña tu perfil a tus amigas, que nadie mejor que ellas para saber si lo que estás contando está bien, o no habla de ti.

Confía en el trabajo hecho

Una vez lo tengas listo, no te obsesiones. Tinder puede ser muy cabrón, pero no te olvides que se trata de un negocio que no te valora como persona si no como cliente. Si tú estás cómodo con lo que has escrito y si tus amistades también lo creen, mantente firme, Además, cambiar la bio cada cuatro días suele perjudicar tu visibilidad en el algoritmo.

Contrata a un profesional

Y si ves que lo tuyo no es escribir ni aunque te paguen, no pasa nada, me llamas a mí y nos ponemos manos a la obra. Los redactores de contenidos también creamos este tipo de textos. Y si contratas a un entrenador para ponerte en forma y a un nutricionista para comer, también puedes hacer lo mismo con un copywriter. Si te animas, solo tienes que enviarme un mensaje.

Por último, y lo más importante, es que disfrutes del proceso y no te obsesiones. Tinder, como dice una amiga mía, es un juego, y tu valor como persona va mucho más allá de tener más o menos likes.

Imagen de César Díez Serrano.
César Díez Serrano.

Mitad de Valencia y mitad de Ávila. Freelance, de los que dejó el trabajo para vivir más libre. Una vez intenté ser normal y fueron los peores dos minutos de mi vida. De vez en cuando escribo cosas.